¿Cómo cambia tu piel en las distintas zonas del cuerpo con láser?

 

La depilación láser actúa sobre la raíz del vello, pero sus beneficios van mucho más allá. Muchas personas descubren que, con el paso de las sesiones, la piel también mejora su textura, suavidad e incluso su aspecto general. Sin embargo, cada zona del cuerpo responde de forma diferente, y es importante entender por qué.

🦵 Piernas: más suaves, menos poros marcados

En esta zona, el cambio es notorio. Al dejar de rasurarse o depilarse con métodos agresivos, los poros se afinan y la piel se ve más lisa y pareja. También desaparecen los puntitos oscuros que suelen quedar por debajo de la piel, especialmente en pieles muy claras con vello grueso.

👙 Cavado: adiós a la foliculitis y a la irritación constante

El cavado es una de las zonas donde más se nota la diferencia. Muchas personas sufren de vellos encarnados, enrojecimiento e incomodidad por la fricción. Con el láser, todo eso desaparece progresivamente, y la piel se vuelve mucho más pareja, sin marcas ni bultitos.

👩‍🦰 Rostro: más confianza, menos sombra y textura

En zonas como bozo, mentón o patillas, el láser mejora no solo la reducción del vello, sino también la claridad de la piel. Se elimina la sombra que puede generar el rasurado o el crecimiento constante, y se afina la textura, sobre todo si había pelos duros o enquistados.

👚 Axilas: tono más parejo y piel menos engrosada

Con la depilación tradicional, muchas veces la piel de las axilas se oscurece o engrosa por el roce constante. Con el láser, la piel se aclara gradualmente, ya que se elimina la necesidad de rasurar con frecuencia y se reduce la irritación crónica.

Es clave entender que el tipo de vello, la densidad y las hormonas influyen en la respuesta de cada zona. Lo importante es acompañar el proceso con paciencia y buenos cuidados.